Las tonalidades del vino son infinitas, ya que cada vino es elaborado de manera única, puede haber similitudes entre las características de los vinos, pero no dos vinos iguales.
Incluso, las variedades en tonalidades se extienden dependiendo del tipo de vino: tintos, rosados, blancos y espumosos. Al ser un tema tan grande, por esta ocasión nos enfocaremos a las tonalidades de vinos tintos.
Como explicación técnica, cabe aclarar que, los tonos del vino se deben a los antocianos, compuestos de la uva. Los antocianos tienen un pigmento de color rojo y azul, a mayor cantidad de antocianos, mayor será su concentración de color.
TONOS MÁS COMUNES EN LOS VINOS
- Violáceos y azulados: tonalidad característica de los vinos más jóvenes.
- Granate: es el tono de los vinos tintos al inicio de su maduración. Vinos normalmente con no más de 3 años de crianza.
- Rojo: se trata de vinos tintos en el momento álgido de su maduración los cuales presentan un color brillante e intenso.
- Caoba: en vinos con un largo tiempo de crianza las tonalidades más vivas empiezan a apagarse. Se intensifica el cuerpo y se pierde frescura y acidez.
- Teja: tonalidad característica de los vinos tintos más viejos los cuales presentan tonalidades tirando a anaranjadas
CÓMO APRECIAR EL COLOR DE UN VINO
- Disponer de buena luz, de color blanco, y de un fondo también blanco (puede servirnos un mantel o una servilleta) sobre el que recortar nuestra copa.
- Inclinar la copa unos 45º de manera que el contenido se distribuya en ella en diferentes niveles de profundidad.
- Observar las diferencias de color que pueden producirse entre el centro del líquido y los bordes o ribetes.