A continuación presentamos los términos más comunes en la industria del vino.
VINO JOVEN. Este vino ha sido embotellado tras haber concluido su fermentación alcohólica. No pasa por barrica. Suelen caracterizarse por acidez equilibrada, colores vivos y brillantes, con cuerpo moderado.
VINO CON CRIANZA. Este vino, una vez que concluye su proceso de elaboración es almacenado en barricas de roble para su evolución y envejecimiento, adquiriendo las propiedades de la madera en aromas y sabores. Se caracterizan por un mayor cuerpo y estructura, más untuosidad, colores más apagados y capas menos opacas.
VINO DULCE. Vino con presencia de azúcar, característico sabor. Estos azúcares se obtienen tras el proceso de elaboración del vino, el cual consiste en transformar los azúcares del mosto de las uvas en alcohol. El grado de dulzor depende de la cantidad de residuos de azúcares al final de la fermentación alcohólica.
VINO SEMISECO. Son vinos que al finalizar su fermentación, conservaron un poco de azúcar residual.
VINO SECO. En este tipo de vino, el azúcar de la uva se ha convertido completamente en alcohol tras finalizar la fermentación.
TANICIDAD. Se refiere al nivel de taninos de un vino, los cuales aportan al vino amargor, astringencia y complejidad al sabor. Suelen generar una sensación de aspereza, sequedad y amargor en lengua y encías.
AÑADA. Se refiere al año en el que las uvas fueron recolectadas y pasaron a la elaboración del vino. Con este dato, se saben las condiciones climatológicas en las que maduraron dichas uvas.
UNIVARIETAL. También llamados monovarietales, son los que están hechos únicamente con una variedad de uva. Si un vino está hecho con el 100% de una sola uva es univarietal.
MULTIVARIETAL. Conocidos también como plurivarietales, son los vinos que contienen dos o más variedades de uvas.
MARIDAJE. Arte de unir un alimento con un vino con la intención de realzar el placer de comerlos.
