
Hola, wine lover, ¿alguna vez has oído hablar de vinos de precios elevados que han sido rescatados de barcos hundidos en el fondo del mar? ¿Qué pensarías si te dijera que ahora es posible adquirir un vino que ha pasado por un proceso de crianza bajo el mar?

En los últimos años ha surgido una práctica innovadora en la crianza del vino: los vinos submarinos. Esta tendencia ha evolucionado gracias al tiempo y la dedicación de unos pocos aventureros que se han encargado de estudiar, perfeccionar e innovar en este campo.
Estos vinos son aquellos que han sido añejados en las profundidades del océano. Es decir, se producen inicialmente en una bodega en tierra firme y, posteriormente, completan o atraviesan una fase de su crianza bajo el mar. Aunque se tiene control sobre la ubicación de las botellas, las condiciones del mar son, en gran medida, incontrolables.
El proceso de añejamiento submarino conlleva riesgos considerables debido a esas condiciones variables. Por ello, la selección de un tapón hermético es crucial para evitar que el agua salada entre en contacto con el vino y comprometa su calidad, incluso llegando a perderse todo el contenido de la botella.

Curiosamente, hoy en día es más fácil encontrar este tipo de vinos de lo que podrías imaginar. Si bien no se venden botellas recuperadas de naufragios en tiendas en línea, sí existen bodegas especializadas en esta práctica. Estas ofrecen vinos de diversas regiones y elaborados con distintas variedades de uva, con precios que varían según el productor.
Se ha considerado que las condiciones en las que se envejecen estos vinos —temperatura constante, presión por las corrientes marinas y escasa exposición a la luz— son ideales para una maduración controlada. Por esta razón, el tiempo de crianza suele ser más corto, con el fin de preservar todas sus propiedades.
En 2008, un pescador descubrió un vino dulce que había permanecido en el fondo del mar durante casi 200 años. Este hallazgo ocurrió tras recuperar el vino de los restos de un pecio inglés. Sorprendentemente, las pruebas realizadas confirmaron que el vino aún se encontraba en condiciones óptimas.

Tres de las bodegas de vinos submarinos
- Bodega Crusoe Treasure, ubicada en Vizcaya, que ofrece etiquetas blancas bastante complejas y tintos muy redondos.
- Bodegas Carchelo, en Jumilla, cuyos vinos son criados a 40 metros de profundidad y han recibido distintos premios y medallas.
- Bodega Eladio Piñeiro, desde las tierras de Rías Baixas, con su emblemática uva albariño, valorada y reconocida a nivel mundial.

Además, otras bodegas que se dedican a esta práctica se encuentran en países como Chile y Estados Unidos.
¿Te atreverías a probar un vino con crianza bajo el mar? ¿Te perderías esta experiencia que todo amante del vino debería vivir?