La temporada de vendimia es la fase del ciclo de la uva cuando está lista para ser cosechada y pasar a la elaboración de los vinos, regularmente se realiza entre julio y agosto, pero depende del hemisferio donde se ubique cada viñedo.
Para saber si es el momento de vendimia, se realizan muestreos y se analiza en laboratorio los parámetros, se observa la sanidad del cultivo y si el clima representa un riesgo para la fruta.
Cabe destacar que la uva con la que se producen los vinos no es la misma que la uva de mesa, aunque ambas provienen de la misma especie Vitis Vinifera, tienen características diferentes que resaltan en el tamaño y forma de los racimos y bayas, el grosor del hollejo o el número de pepitas.
La uva de mesa es más carnosa y contiene más jugo, sus racimos son más largos y sueltos, además su baya es de mayor tamaño; la uva de vino no contiene pepitas dentro, son racimos más pequeños, el tamaño de su baya es menor.
A continuación, presentamos las variedades de uva para vino más comunes de encontrar:
Uvas Tintas
Cabernet Sauvignon. La reina de las uvas para vinos tintos. Se origina en la región francesa de Burdeos, en Médoc y Graves. De las variedades más populares del mundo, ideal para la producción de vinos de gran calidad y longevidad.
Merlot. Sus origines se encuentran en Francia y se considera un referente mundial, presente en los grandes vinos de Bordeaux. Los tipos de uva para vino Merlot y Cabernet Sauvignon son similares, sin embargo, los vinos de uva Merlot suelen ser más ligeros, jugosos y maduran antes.
Syrah. También conocida como Shiraz, Sirah, Hignin, Sirac, Syra, Biaune, Candive, Balsamia, Sérine, es una uva también de origen francés. Con esta variedad se producen vinos de calidad, fáciles de beber logrando buena aceptación del público.
Tempranillo. Considerada la reina de las uvas españolas, fue de las primeras variedades plantadas en el país. Esta uva es de ciclo corto, su tiempo de maduración es inferior, brotando más tarde y recolectándose más temprano, de ahí su nombre Tempranillo. Aporta notas aromáticas al vino y envejece bastante bien en barrica para la producción de vinos de media y alta gama.
Malbec. Si bien su país de origen es Francia, esta uva alcanzó éxito mundial cuando emigró hacia Argentina, concretamente en las zonas de Maipú y Mendoza. Esta uva aporta en boca taninos que no son agresivos, cuando se añeja en madera adquiere tonos a café, vainilla y chocolate.
Ruby Cabernet. Originaria de California, es un cruce entre de uva Cabernet Sauvignon y Cariñena. Con esta variedad se producen vinos con buen color y un agradable sabor.
Uvas Blancas
Chardonnay. De origen francés, esta prestigiosa variedad de uva se utiliza para los vinos más populares del mundo. Se cultiva en muchos países para la elaboración de vinos blancos jóvenes afrutados o con aromas especiados a vainilla y dulces a mantequilla cuando pasan por barrica.
Sauvignon Blanc. Sus origines se encuentra en la región de Burdeos, Francia, y su nombre deriva de las palabras francesas sauvage (salvaje) y blanc (blanca). Los vinos elaborados con esta uva presentan sabores a frutas verdes, hierbas y hojas. Popular para vinos secos.
Chennin. De origen francés, la variedad de uva blanca Chenin se utiliza para elaborar vinos blancos dulces, semidulces y secos afrutados y ligeros, con tonalidades amarillo verdoso con reflejos dorados y aromas a frutos secos.